niños de 4 a 6 años
Al
vivenciar la música, el niño desarrolla cualidades como la coordinación motora,
la sensibilidad musical, la capacidad de escucha, la concentración, la disciplina
y otras características que colaboran no solamente en la formación del músico
sino del individuo como un todo.
A los 4 años el
niño explora naturalmente el mundo y sus sonidos. A través de un camino lúdico y activo lo conducimos a nuevos
descubrimientos musicales por medio de diferentes actividades.
La canción, con sus
melodías e historias, siempre están presentes en la clase de iniciación
musical. A través de ella trabajamos la memoria musical, la respiración, la articulación
y la emisión de los sonidos. Disfrutamos del placer de cantar y de escuchar
nuestra propia voz.
Los instrumentos de
pequeña percusión acompañan canciones, crean un paisaje sonoro, etc. Sin darnos
cuenta trabajamos la coordinación motora, aprendemos a reconocer y a tocar diferentes
ritmos, comprendemos qué es la duración
de los sonidos. Además de la duración, otras cualidades del sonido, como la
intensidad, la altura y el timbre, también son exploradas por medio de los
instrumentos y de otras actividades.
Las audiciones
amplían el abanico musical de los niños. Aprendemos a escuchar en silencio, a apreciar
la música de diferentes estilos y épocas, a reconocer los instrumentos y
también, de una forma activa, a unirnos a los músicos de la grabación para
ayudarles a tocar con nuestros instrumentos. En ese momento surge la oportunidad
de descubrir a los diferentes compositores y sus épocas.
Los juegos y
cuentos musicales, la improvisación y la
creación también se unen a las actividades ya citadas. Esta variedad de
actividades permite al profesor mantener la atención del niño y variar el
tiempo de cada actividad, estimulando la concentración por períodos cada vez
más largos.
El trabajo de
iniciación musical se va profundizando a medida que el niño va madurando. A los 5 años, por ejemplo, leemos partituras con escrituras no tradicionales, en las
cuales representamos lo que tenemos que tocar por medio de símbolos no
musicales. A los 6 empezamos a conocer, a través del juego, del movimiento y de
cuentos, la escritura musical tradicional, con sus figuras y notas musicales en
el pentagrama.
Las clases de
Iniciación Musical a domicilio son impartidas por un profesor especializado y
pueden ser individuales o para grupos reducidos, si se reúnen en un domicilio
hermanos o amigos de edades contiguas. El profesor lleva todo el material
necesario para el desarrollo de las clases.