Las clases de Composición están dirigidas a adolescentes y adultos que tengan conocimientos básicos de Lenguaje Musical y de un instrumento armónico (por ejemplo el piano). Si el alumno todavía no tiene estos conocimientos, puede adquirirlos en un breve período de tiempo con las clases de Lenguaje Musical y Piano, con vistas a su objetivo de componer.
El estudio de la Composición puede estar orientado hacia la Música Clásica o Moderna, según el interés del alumno.
Para comenzar a componer se parte de diferentes caminos: se puede analizar otras composiciones y a partir de este análisis hacer una composición propia; o tener una melodía, propia o ajena, y componer un arreglo para acompañarla. Para poder realizar esto, previamente se lo introduce al alumno en el estudio de algunas herramientas técnicas necesarias para componer, como son la Armonía y la Forma Musical, entre otras.
Específicamente en la Música Moderna, y en particular en el Jazz, se estudia la Armonía, Arreglos e Improvisación afines a estos estilos.
En las clases de composición también se incluyen las Nuevas Tecnologías mediante la utilización de programas de grabación multipistas, escritura de partituras y edición de sonido.